Ojo quieto: la mirada del éxito

Ojo quieto: la mirada del éxito

Ojo quieto ¿qué es?

Los avances en neurociencias de los últimos años han permitido constatar que la atención visual marca la diferencia entre deportistas expertos y amateurs en deportes como tenis, badmington, baloncesto, fútbol, golf y muchos más. Se ha visto que los deportistas expertos tienen estrategias de búsqueda visual optimizadas, mediante las cuales obtienen información de mayor calidad, que les permiten anticiparse, tomar las mejores decisiones y ejecutar acciones más exitosas. Concretamente, seleccionan diferentes y menos puntos de fijación visual, pero éstos les proporcionan la información necesaria para realizar la siguiente acción de la mejor forma.

Pero no sólo importa lo que se mira antes de ejecutar un movimiento. Otro aspecto crucial para llevar a cabo con éxito una acción hace referencia a durante cuánto tiempo se mira el último punto de fijación visual antes del inicio del movimiento. Esto es lo que se ha denominado “ojo quieto” (quiet eye). 

Investigación sobre «quiet eye»:

La primera investigación sobre “ojo quieto” la realizó Joan Vickers (profesora de la Universidad de Calgary, Canadá) con jugadoras de baloncesto expertas en tiros libres (75% de aciertos en la temporada previa) y casi expertas (42% de aciertos). En su investigación observó que, justo antes de tirar, las expertas miraban durante más tiempo al aro o al tablero que las casi expertas. Pero no solo eso, sino que el tiempo de fijación visual previo al lanzamiento también determinaba las posibilidades de éxito entre las expertas. Cuando las expertas encestaban se habían fijado en el tablero o en el aro una media de 1,4 segundos; mientras que cuando fallaban el tiro lo hacían 0,2 segundos menos.

Vickers definió el ojo quieto como la focalización de la mirada en un punto u objeto específico del espacio viso-motor, dentro de un ángulo de 3o y durante un mínimo de 100 ms. El comienzo tiene lugar antes del movimiento y finaliza cuando se desvía la mirada del objeto o localización en un ángulo de más de 3o y durante más de 100 ms; por tanto, el ojo quieto puede tener lugar también durante y después del movimiento.

A partir de su descubrimiento han sido muchas las investigaciones que, utilizando las nuevas tecnologías de seguimiento de la mirada, han confirmado que mirar a los estímulos relevantes durante la cantidad de tiempo correcta mejora en gran medida las oportunidades de éxito en movimientos precisos. Al comparar deportistas expertos de diversas disciplinas con otros de menor nivel de rendimiento, las investigaciones coinciden con los resultados de Vickers: los deportistas expertos utilizan periodos de ojo quieto más largos, y el tiempo de ojo quieto también explica las variaciones en el rendimiento individual.

Pero, ¿Cómo influye el ojo quieto en el éxito de tareas precisas?

Son varias las explicaciones que se dan a esta relación ojo quieto-éxito:

  • La técnica del ojo quieto estimula la red atencional dorsal (RAD) del cerebro, la cual regula la atención dirigida a la meta. Además puede bloquear la actividad de la red atencional ventral, (RAV) la cual incluye al hipocampo y a la amígdala (responsables de recuperar recuerdos y del control emocional) y dirige la atención a estímulos no esperados. Así pues, periodos de ojo quieto más largos actúan como una defensa mental que evita que se cuelen pensamientos o emociones que surgen en el hipocampo y la amígdala y que distraerían nuestra atención. El ojo quieto, al activar la RAD, y bloquear la RAV, mejora el foco atencional y nos protege contra pensamientos y emociones irrelevantes.
  • El acto de dirigir la atención hacia las señales relevantes para la tarea aisla al deportista de los efectos negativos de la ansiedad.
  • Tiempos de ojo quieto más largos permiten más tiempo para procesar la información recibida y para coordinarla con el sistema motor. Es decir, la mayor duración de ojo quieto facilita la orientación del cuerpo en el espacio y la determinación de la fuerza, velocidad y dirección del movimiento.

¿Se puede entrenar el ojo quieto?

Otras investigaciones han incluido programas de entrenamiento en ojo quieto demostrando rápidamente su efectividad. Así pues, la buena noticia es que se puede entrenar. Esto tiene implicaciones importantes para el entrenamiento puesto que la mayoría de las instrucciones que proporcionan los entrenadores tienen que ver con la técnica del movimiento. Incluso cuando se apela a la concentración del deportista se hace referencia a aspectos internos al propio deportista, lo cual puede ser contraproducente en momentos previos a la ejecución. El entrenamiento en ojo quieto ayuda al deportista a focalizar su atención correctamente, a coordinar su mirada y su sistema motor y le protege de los efectos nocivos de la ansiedad.

Si quieres saber más, aquí tienes unas cuantas referencias de investigaciones acerca del efecto del ojo quieto sobre el rendimiento.

Vickers, J.N. (2012). Neuroscience of the quiet eye in golf putting. International Journal of Golf Science, 1, 2-9.

Lebeau, J.C., Liu, S. Sáez, C., Sanduvete, S., Chacon, S., Becker, B.J., & Tenenbaum, G. (2016). Quiet Eye and Performance in Sport: A Meta-Analysis. Journal of Sport & Exercise Psychology, 38, 441-457.

Vickers, J.N. (1996). Control of visual attention during the basketball free throw. American Journal of Sports Medicine, 24, S93–S97. 

Vine, S.J., Moore, L.J., & Wilson, M.R. (2014). Quiet eye training: The acquisition, refinement and resilient performance of targeting skills. European Journal of Sport Science, 14(S1), S235-S242.

Harle, S., & Vickers, J. N. (2001). Training quiet eye improves accuracy in the basketball free throw. The Sport Psychologist, 15, 289-305.

Vine, S.J., & Wilson, M.R. (2010). Quiet eye training: Effects on learning and performance under pressure. Journal of Applied Sport Psychology, 22, 361–376.

Wood, G., & Wilson, M.R. (2011). Quiet eye training for soccer penalty kicks. Cognitive Processing, 12, 257–266.

Y, por supuesto, os recomiendo el libro de Joan Vickers en el que encontraréis información muy útil para el entrenamiento atencional del deportista:

  • Vickers, J.N. (2007). Perception, cognition and decision training. The quiet eye in action. Champaign, IL: Human Kinetics.

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2 comentarios

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