Práctica deliberada: sácale el máximo partido a tu entrenamiento
¿Por qué algunas personas son tan buenas en lo que hacen? ¿Talento innato? ¿Entrenamiento? O, ¿calidad del entrenamiento? La respuesta es práctica deliberada.
El psicólogo Anders Ericsson (profesor de la Universidad del Estado de Florida) es un reconocido experto en el estudio de la excelencia. Sus estudios buscaban averiguar qué es lo que marca la diferencia entre los buenos y los mejores en el deporte, la música, el ajedrez y otros ámbitos de rendimiento. Sus conclusiones desmantelan el mito del talento innato y también el mito de las 10.000 horas (según el cual son necesarias 10.000 horas o 10 años de entrenamiento para alcanzar la excelencia).
Según Ericsson, la práctica es importante, pero no una práctica cualquiera, no un entrenamiento repetitivo, sino un entrenamiento de calidad o, como él lo llama, una práctica deliberada.
¿En qué consiste la práctica deliberada? ¿Cómo tenemos que entrenar para sacarle el máximo partido a nuestro tiempo y a nuestro esfuerzo?
Dos aspectos fundamentales de la práctica deliberada son: la atención plena y la construcción de representaciones mentales eficientes.
- La práctica deliberada es un entrenamiento consciente o en atención plena (mindful), centrado en el proceso y en cómo mejorarlo. Por ejemplo, correr atendiendo a la zancada, al ritmo, a la técnica de la carrera, a la respiración… y no pensando en cualquier otra cosa. Mantener la concentración durante largos periodos de tiempo no es fácil y requiere práctica, pero para obtener el máximo beneficio del entrenamiento hay que estar realmente concentrado.
- Un objetivo, y a su vez una consecuencia de la práctica deliberada, es la construcción de representaciones mentales de la ejecución (gestos técnicos o jugadas) más detalladas y eficaces. Esas representaciones mentales, esquemas mentales o imágenes mentales permiten:
- producir y controlar correctamente los movimientos del cuerpo
- tomar decisiones más rápidas y precisas
- actuar con mayor rapidez y eficacia.
Estas representaciones mentales mejoradas solo las podemos construir entrenando en atención plena. Siendo conscientes de manera casi milimétrica de lo que estamos haciendo.
Otros aspectos de la práctica deliberada son:
- Objetivos concretos y bien definidos para cada entrenamiento.
- Salir de la zona de confort. Por tanto, requiere mucho esfuerzo, requiere intentar superarnos, buscar formas de derribar barreras…
- Feedback. Comprobar nuestros progresos, y también nuestros errores. Y aprovechar esa información para seguir trabajando.
- Entrenador. El entrenamiento será más eficaz en la medida en la que contemos con la colaboración de un entrenador que nos guíe sobre aquellos aspectos en los que nos tenemos que concentrar cuando estemos entrenando, que conozca las formas de entrenamiento más adecuadas y que nos proporcione un feedback de calidad.
Espero que esta información te haya resultado útil para que cada entrenamiento sea un trabajo tanto físico como mental. Sólo así se logra rendir al máximo.
Si quieres saber más sobre el trabajo de Anders Ericsson y la práctica deliberada puedes consultar su libro “Numero Uno. Secretos para ser el mejor en lo que nos propongamos”.